Los usuarios de Twitter "van formando y participando activamente en ciertas comunidades que aprueban o rechazan; manifestando sus posturas no de una manera racional o dialogante, sino que desde una trinchera beligerante y violenta. Es una dinámica que genera un sentido de pertenencia y una adicción", que se ha incrementado en 11 por ciento, afirmó Juan Cristóbal Portales, director general de la consultora Llorente y Cuenta.
La empresa realizó un estudio sobre el "poder adictivo" de esta red social y sus dinámicas polarizadoras, el que denominó "The Hidden Drug (la droga oculta)".
En Una Nueva Mañana, explicó que se analizaron más de 601 millones de tuits de 12 países, incluido Chile, y se determinó que la polarización en la red social ha aumentado un 40 por ciento en los últimos cinco años, ligada a temas como la migración, el feminismo y los derechos humanos.
De acuerdo con la investigación, 14,1 por ciento de los chilenos afirma usar esta red social: "Las personas que participan ahí responden más bien a una élite" , cuya capacidad de amplificación es gigantesca, lo que es caldo de cultivo para la desinformación.
"Muchas veces las personas, e incluso los medios (de comunicación), no tienen la capacidad o el tiempo para contrastar esa información y la llevan canales más masivos y eso es lo peligroso; no solamente la información, sino también la dinámica detrás de esa conversación", advirtió Portales.